Aunque, por su protagonista, Nick Cave, este volumen podría apuntar hacia la expresión musical, Más extraño que la bondad es, en realidad, un libro de artista al uso. Vestido como un diario, su contenido es mayormente fotográfico y juega a construir una identidad, la de un artista en relación con su complejo universo creativo. Complejo porque, por muy poco que hayas seguido su trayectoria, ésta presenta la entidad que solo las décadas de experiencia confieren; por otra parte, Nick Cave nunca ha sido artista que pusiera las cosas fáciles a su público, así que, en esta publicación, los tiros van en la misma dirección. En ella encontraréis, además de las mentadas fotografías, las clásicas libretas donde el artista ha volcado su creatividad y una serie de objetos de variada función (artística, doméstica, etc.) que podemos vincular en mayor o menor grado a su recorrido como creador. La singularidad es evidente, la decodificación necesaria, pero si algo tiene este libro editado por Sexto Piso, algo que destaque por encima de otras características, es su capacidad nutricia si lo tuyo es consumir detalles de la vida de tus ídolos.
Más extraño que la bondad se ha vendido como una visita guiada; los seguidores de Nick Cave pueden tomarlo como una piedra Rosetta que los acerque aún más a su enigmática figura como creador, a los procesos que, desde una órbita muy alejada de las corrientes generales de la cultura, conquistan al público. La obra de Nick Cave surge de un lugar del alma donde no toca el sol directamente. Este volumen es una visita a ese lugar, a su orografía lírica y a los procesos tectónicos que hacen aflorar sus canciones como volcanes.
